Aquí una breve descripción acerca de las cucarachas y sus hábitos.
Esto nos permite tener el conocimiento suficiente para erradicarlas de su entorno.
Sus antenas son filiformes, sus ojos compuestos son pequeños, las patas largas, aplanadas y espinosas, y las piezas bucales masticadoras. Sus alas posteriores están protegidas por las anteriores que están esclerotizadas.
La cucaracha común (Blatta orientalis), también conocida como cucaracha negra u oriental, llega a medir 3,5 cm de largo. El macho tiene alas cortas y no vuela; la hembra carece de alas. Se nutre de gran variedad de alimentos y no deja un olor perceptible.
Las cucarachas son generalmente omnívoras. Una excepción es la cucaracha xilófaga del género Cryptocercus, con diversas especies encontradas en Rusia, China, Corea y los EE. UU. Aunque son incapaces de digerir la celulosa por ellas mismas, mantienen una relación de simbiosis con protozoos que sí lo hacen, lo que les permite extraer nutrientes. En este aspecto se parecen a las termitas, e investigaciones actuales sugieren que el género Cryptocercus está más estrechamente relacionado a las termitas que otros blatodeos. Las cucarachas son más comunes en climas tropicales y subtropicales. Algunas especies están estrechamente relacionadas con las viviendas y se localizan en estos casos cerca de cubos de basuras o en la cocina.
La hembra realiza la puesta de huevecillos externamente en una ooteca oblongada, aunque hay una especie, Diploptera punctata, que es vivípara. Las cucarachas hembras a menudo llevan estuches, llamados ootecas, donde están los huevos al extremo del abdomen. La ooteca de la cucaracha germánica contiene entre 30–40 huevos, largos y delgados, empaquetados como salchichas. Las ninfas surgen de los huevos por la presión combinada de las ninfas que tragan aire, y son inicialmente de color blanco brillante, se endurecen y oscurecen en aproximadamente cuatro horas. Su etapa blanca es transitoria mientras salen y la posterior muda ha llevado a muchas personas a afirmar haber visto cucarachas albinas.
B. germanica lleva una ooteca que contiene en torno a 40 huevos. Deja caer la cápsula antes de que salgan las ninfas. El desarrollo desde huevos hasta adultos dura entre 3 y 4 meses. Las cucarachas pueden llegar a vivir un año. La hembra puede producir hasta ocho ootecas a lo largo de su ciclo reproductor; en condiciones favorables, puede producir entre 300 y 400 descendientes. Otras especies de cucarachas, sin embargo, pueden producir un número extremadamente alto de huevos en su vida y necesitar nada más que una sola cópula.
La cucaracha más grande descrita hasta ahora proviene de Australia, la cucaracha rinoceronte, que puede crecer hasta 9 cm de largo y pesar más de 30 gramos. Comparable en tamaño es la cucaracha gigante Blaberus giganteus que tiene una longitud similar, pero no es tan pesada.
Las cucarachas se encuentran entre los animales más resistentes del planeta, algunas especies son capaces de mantenerse activas durante un mes sin comida o siendo capaces de sobrevivir con recursos limitados, por ejemplo ingiriendo únicamente cola de sellos. Algunas pueden vivir sin aire durante 45 minutos o ralentizar los latidos del corazón.
Existe la creencia popular o leyenda urbana de que las cucarachas repoblarán la Tierra si la humanidad se autodestruyera a causa de una guerra nuclear. Las cucarachas tienen una mayor resistencia a las radiaciones que los vertebrados, con una dosis letal entre 6 y 15 veces mayor que los humanos. Aun así, no son excepcionalmente resistentes a las radiaciones en comparación a otros insectos como la mosca de la fruta.[6]
La capacidad de soportar mejor las radiaciones que los humanos se puede explicar en términos de ciclo celular. Las células son más vulnerables a los efectos de la radiación cuando se están dividiendo. Las células de la cucaracha se dividen sólo una vez cuando se encuentran en cada ciclo de muda, lo cual pasa semanalmente en cucarachas jóvenes. Las células del animal tardan 48 horas para completar un ciclo, lo que dejaría bastante tiempo a la radiación para afectarlas, pero no todas las cucarachas lo harían al mismo tiempo. Eso significa que habría no afectadas por la radiación y que por lo tanto sobrevivirían, al menos inicialmente.
Las cucarachas han mostrado conductas emergentes.
Un estudio de la Universidad de Florida muestra que las cucarachas dejan rastros químicos en su excremento. Otras cucarachas siguen estos rastros para descubrir fuentes de comida y de agua, y también para descubrir dónde están escondidas. La investigación ha mostrado que la toma de decisiones basada en el grupo es responsable de más comportamientos complejos como la asignación de recursos. Un estudio donde 50 individuos se ponían en un plato con tres refugios con capacidad para 40 insectos en cada uno, los insectos se agrupaban en dos refugios con 25 insectos, dejando vacío el tercero. Si la capacidad de los refugios se aumentaba hasta más de 50 cucarachas por refugio, todas se metían en el mismo refugio. Los investigadores encontraron un equilibrio entre cooperación y competencia en el comportamiento de toma de decisión colectiva de las cucarachas. Los modelos utilizados en esta investigación también pueden explicar la dinámica de grupo de otros insectos y animales.
Otro estudio probaba la hipótesis de que las cucarachas utilizan sólo dos informaciones para decidir dónde esconderse: qué oscuro está y cuántos de sus amigos están allí. El estudio dirigido por José Halloy y colegas en la Universidad Libre de Bruselas y otras instituciones europeas creó un conjunto de pequeños robots que eran reconocidos como congéneres por las cucarachas y así manipular su percepción de masa crítica.
Aparte, investigadores de la Universidad de Tohoku hicieron un experimento de condicionamiento con cucarachas y descubrieron que los insectos asociaban el olor de la vainilla y la menta con el azúcar.
Las cucarachas son eminentemente nocturnas y normalmente fotofóbicas, por lo que corren cuando se exponen a la luz. De forma excepcional la cucaracha oriental es atraída por la luz.
Hay diversos parásitos y depredadores de las cucarachas, pero pocos de éstos han resultado altamente efectivos con las cucarachas para el control biológico. Las avispas parasíticas de la familia Evaniidae son insectos depredadores que atacan a las ootecas. Las avispas de la familia Ampulicidae son depredadores de cucarachas adultas y ninfas (por ejemplo Ampulex compressa). La lagartija, el gorrión común y el ciempiés son probablemente depredadores efectivos de cucarachas, pero en el caso de este último en domicilios las personas encuentran inaceptable la presencia de otros insectos.
Las medidas preventivas incluyen mantener los alimentos almacenados en contenedores estancos, cubos de la basura que tengan una tapa hermética, la limpieza frecuente y escrupulosa de la cocina y aspiraciones regulares. También se tendrían que reparar potenciales escapes de agua, como grifos que gotean. Es también necesario sellar cualquier posible punto de entrada: los zócalos, así también agujeros entre armarios de la cocina, tubos, las ventanas y las puertas con un poco de lana de acero o red de cobre y un poco de cemento, masilla o silicona.
Sólo en aquellos casos en que no se ha cumplido alguna de estas medidas preventivas se puede producir la infestación. Una vez que se instaura una infestación de cucarachas, se puede aliviar el problema con el control químico. No obstante el análisis de las causas y la adopción de medidas correctoras pueden reducir el riesgo de re-infestación. Insecticidas (imiprotrina), las estaciones de cebos que contienen hielos en base de hidrametilnona o fipronil o de otros biocidas, así como las pólvoras de ácido bórico, son tóxicas para las cucarachas.
Los cebos con ovicidas son también bastante eficaces para el control de una población de cucarachas. Adicionalmente composiciones de deltametrina son muy efectivas.
Disminuir la temperatura del hábitat cerca del punto de congelación puede esterilizar la mayoría de los huevos. Este método puede ser práctico en casas rurales, pero es altamente impracticable en ciudades.
En Asia, los propietarios de coches usan hojas de pandanus como repelente natural para cucarachas en sus vehículos.
Las cucarachas P. americana pueden estar cerca de tres meses sin comida y un mes sin agua. Viven frecuentemente al aire libre; prefieren climas cálidos y se considera que son mesófilos estrictos. Sin embargo son lo bastante adaptables como para sobrevivir a temperaturas próximas a la congelación.